El mundo de la publicidad es un universo aparte, lleno sorpresas y misterios inimaginables para quienes no lo viven de primera mano.
La serie Mad Men nos acercó al universo de la publicidad entre 2007 y 2015, trasladándonos a su epicentro: Madison Avenue. En esta avenida neoyorkina se fraguó la publicidad en los años 60 y desde entonces, el mundo publicitario ha evolucionado frenéticamente de la mano de la sociedad.
Tal y como plasmaba la serie, trabajar en publicidad implica creatividad pero también rapidez y eficacia para diferenciarse de la enorme competencia. Pero no todo es malo. De hecho, la publicidad forma parte de nuestro imaginario colectivo más de lo que creemos.
Aquí tenemos un buen ejemplo de ello:
El origen de San Publicito
El último viernes de cada mes de enero se celebra San Publicito, el patrón del día de la Publicidad.
Su nombre original es San Pablo, el apóstol elegido por Dios por su habilidad de predicar su palabra. Y es que San Pablo era muy buen orador y comunicador.
El nombre de Publicito, el patrón de las agencias de publicidad proviene de una leyenda. Pero como toda leyenda que se precie, tiene tres versiones:
- La primera cuenta que San Publicito era un becario del departamento de cuentas. Éste creó una orden de compra en la herramienta de gestión de su empresa. Uno de los clientes llamó para que le pagaran la factura. Publicito se armó de valor pero le costó la vida. Y es que…¡las herramientas de gestión y contabilidad que utilizan las agencias de publicidad son muy engorrosas.
- La segunda dice que Publicito era diseñador gráfico. Después de hacer más de mil modificaciones y revisiones a un logo, el cliente le pidió a Publicito un tamaño más grande. Pero éste, que estaba cansado de tantas horas trabajando, esperando que el cliente lo aceptase, tuvo tan mala suerte que acabó siendo aplastado por un logotipo gigante. Su muerte sirvió para entender que los logos nunca deben ser más grandes que el anuncio.
- La tercera cuenta que Publicito, que trabajaba en el departamento de producción, fue testigo de un milagro divino. Encontró un briefing que incluía un logrado timing, un presupuesto más que ajustado y unos plazos de entrega buenísimos. Él decidió hacer copias del briefing y fue tragado por la fotocopiadora.
¡Feliz Día de la Publicidad!
Porque cada campaña hay que lucharla, desde Media ADgo os deseamos un feliz Día de la Publicidad a todos los compañeros y compañeras de este sector.
“La mejor publicidad es la que hacen los clientes satisfechos”.
Philip Kotler
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